東ドイツ政府は、外貨獲得のために、600件の薬品人体実験で、50'000人の患者を、西ドイツ、アメリカ合衆国、スイスの製薬会社のBayer, Scering, Pfizer, Sandoz, Roche の製薬会社の薬品試験人体実験に使用し、1件につき450'000ユーロの外貨を受け取る。
La Alemania del Este usó a 50.000 enfermos como cobayas
Farmacéuticas occidentales hicieron 600 pruebas ilegales de medicamentos en los años ochenta
Cada ensayo clínico reportaba a la maltrecha economía del país unos 450.000 euros
Juan Gómez Berlín 12 MAY 2013 - 22:30 CET
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/12/actualidad/1368390654_419367.html
La Asociación alemana de Empresas Farmacéuticas quiere esclarecer científicamente la dimensión de los experimentos médicos de compañías farmacéuticas occidentales con ciudadanos de la extinta República Democrática Alemana (RDA). Este fin de semana, el semanario Der Spiegel elevó la cifra de posibles víctimas hasta 50.000, en lugar de los pocos miles de casos que se calcularon en investigaciones previas.
Cincuenta clínicas de la RDA colaboraron con multinacionales farmacéuticas como Schreing o Sandoz en unos 600 experimentos a gran escala. En muchos casos, los enfermos no sabían que estaban siendo tratados con medicinas que carecían de licencia en la Alemania capitalista y democrática. A cambio, los consorcios alemanes, estadounidenses o suizos pagaban ingentes sumas a las autoridades orientales y ponían a su disposición material clínico diverso. Cada estudio podía reportar unos 450.000 euros en divisas a la maltrecha economía de la RDA en los años ochenta del siglo pasado.
El jefe del archivo de la policía política de la RDA (Stasi), Roland Jahn, denunció ayer que la industria farmacéutica “se benefició de las condiciones políticas autoritarias en la RDA”. La temida Stasi estaba al tanto de todos estos manejos, porque la obtención de divisas era una de las prioridades del régimen socialista.
Participó en las pruebas la flor y nata de las multinacionales: Bayer, Schering, Pfizer, Sandoz o Roche se aprovecharon de la falta de garantías legales y las necesidades económicas del Este alemán para llevar a cabo pruebas científicas que habrían causado desconfianza en Occidente. Un informe de la Stasi recoge una conversación entre médicos del hospital berlinés Charité, cuyo director científico, Christian Thierfelder, consideraba que la multinacional Schering (hoy parte de Bayer) quería someter a ciudadanos orientales “a pruebas que la prensa occidental tacha de indignas e inhumanas”. Los ensayos incluyeron toda la gama de una gran botica: quimioterapia, productos para el corazón, antidepresivos, etcétera. En otros casos se probaron sustancias cuyos efectos no estaban todavía claros, para averiguar si tenían algún uso farmacéutico.
Los enfermos desconocían que estaban siendo tratados con medicinas que carecían de licencia en Occidente
La empresa Hoechst, hoy parte de la multinacional francesa Sanofi, probó con enfermos orientales un medicamento llamado Trental, al que al menos dos personas no sobrevivieron. Hay pruebas de que otros dos murieron tras ser tratados con Spirapril, de la farmacéutica bávara Sandoz, que interrumpió el estudio. Otros documentos prueban que la empresa Boehringer, hoy parte de la suiza Hoffmann-La Roche, probó en 1989 tratamientos hormonales con EPO en 30 prematuros. Der Spiegel habla también de experimentos con alcohólicos que, inconscientes o presas del delirio, fueron tratados con una medicina de Bayer llamada Nimodipin. Debía fomentar el riego sanguíneo en el cerebro de pacientes incapaces de dar su consentimiento o de entender que estaban siendo sometidos a un ensayo médico.
El director del Instituto de Historia de la Medicina de la Clínica Universitaria Charité, Volker Hess, pidió en declaraciones al Frankfurter Allgemeine Zeitung que se evite “poner estos sucesos en la misma categoría de los experimentos con humanos” de los nazis durante la II Guerra Mundial. Aunque las farmacéuticas no recabaran el consentimiento de los pacientes, Hess considera que “los estudios se llevaron a cabo con arreglo a las normas” clínicas comunes en este tipo de test.
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East Germany than 50,000 patients used as guinea pigs
Western pharmaceutical 600 tests were illegal drugs in the eighties
Each clinical trial reported to the ailing economy some 450,000 euros
Juan Gomez Berlin 12 MAY 2013 - 22:30 CET
The German Pharmaceutical Manufacturers Association wants scientifically clarify the dimension of medical experiments with Western pharmaceutical companies citizens of the former German Democratic Republic (GDR). This weekend, the weekly Der Spiegel raised the number of possible victims to 50,000, rather than the few thousand cases were calculated in previous research.
Fifty clinics collaborated with multinational pharmaceutical RDA as Schreing and Sandoz in 600 large-scale experiments. In many cases, patients do not know they were being treated with unlicensed medicines in the capitalist and democratic Germany. In exchange, consortia German, American or Swiss paying huge sums to the authorities put Eastern and clinical material available diverse. Each study could report some 450,000 euros in exchange for the ailing economy of the GDR in the eighties of the last century.
File chief of the political police of the GDR (Stasi), Roland Jahn, reported yesterday that the pharmaceutical industry "benefited from authoritarian political conditions in the GDR". The dreaded Stasi was aware of all these maneuvers, because obtaining exchange was one of the priorities of the socialist regime.
Participated in testing the cream of multinationals: Bayer, Schering, Pfizer, Sandoz or Roche took advantage of the lack of legal guarantees and economic needs of the East German conducting scientific evidence that would have caused suspicion in the West. A Stasi report contains a conversation between Berlin Charité hospital doctors whose Scientific Director, Christian Thierfelder, considered that the multinational Schering (now part of Bayer) oriental want to subject citizens "in the Western media evidence dismissed as unworthy and inhuman . " The trials included full range of a pharmacy: chemotherapy, heart products, antidepressants, etcetera. In other cases, the effects of substances tested were not yet clear, to find out if they had any pharmaceutical use.
The patients were unaware that they were being treated with unlicensed medicines in the West
The company Hoechst, now part of the French multinational Sanofi, oriental patients tested with a drug called Trental, to which at least two people survived. There is evidence that two others died after being treated with Spirapril, the Bavarian pharmaceutical Sandoz, who interrupted the study. Other documents show that the company Boehringer now part of the Swiss Hoffmann-La Roche, proved in 1989 EPO hormone treatments in 30 preterm infants. Der Spiegel also speaks of experiments with alcoholics, unconscious or prey of delirium, were treated with a medicine called Nimodipin Bayer. Should encourage blood flow to the brain of patients unable to give consent or understand that they were being subjected to a medical test.
The director of the Institute of History of Medicine at the University Hospital Charité, Volker Hess, asked told the Frankfurter Allgemeine Zeitung to avoid "putting these events in the same category of human experiments" from the Nazis during World War II . Although pharmaceutical not seek the consent of patients, Hess believes that "the studies were conducted in accordance with the rules" in such common clinical test.
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